La chicha es, sin duda, una de las bebidas más características de América del Sur y algunas naciones de América Central. Su amplio consumo tiene que ver con que su preparación es relativamente fácil y de elaboración artesanal. Principal y singularmente, es uno de los brebajes preferidos durante la celebración de las fiestas patrias en Chile.
Su origen etimológico aún no está claro, pero la Real Academia española sugiere que es una palabra que proviene de la lengua indígena Kuna de Panamá. Ahí se denominó como Chichab y que significa maíz.
Eso sí, en relación a su consistencia, hay un acuerdo y es que tiene, en comparación a otros tragos, un menor grado alcohólico.
Ahora, en Chile, es la que resulta de la uva preferentemente o también de la manzana, mezclándose con agua ardiente, mientras que en otros países de Latinoamérica la de maíz ha sido la predilecta considerando su corto periodo de cosecha.
Es el caso de países como México, Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Panamá, El Salvador y Perú, siendo en este último donde existe la mayor variedad, destacándose, entre otras, la chicha de Yuca, que es tradicional de los pueblos amazónicos.
En Venezuela, en cambio, es conocida como chicha criolla y se prepara a base de arroz, leche de vaca y se le agrega leche condensada y canela, tomándose fría o con hielo.
Volviendo al caso de Chile, en el periodo de la conquista española, los soldados hispanos definían esta bebida como un vino que hacían los indios y que, si se tomaba en bastante cantidad, embriagaba. En la época colonial se expandió y se transformó en una bebida de uso común.
La cepa fue traída por el sacerdote jesuita Alonso Ovalle Pastene, quien comenzó a repartirla entre los distintos estamentos, tanto en Santiago como en otras zonas aledañas, debido a que los viñedos no necesitan tanta agua y en los años 1600 predominó una escasez hídrica.
¿Cómo preparar chicha de uva?
En primer lugar, se debe cosechar el fruto, en este caso la uva, y luego llevarla a una máquina trituradora para obtener el jugo de la fruta. Específicamente, los ingredientes son la uva, una botella y azúcar (aunque esta es opcional).
- Se debe desgranar la uva madura y, para ir obteniendo el jugo, se puede utilizar un pisador o moledor de papas. Otra alternativa es llevar los granos a la juguera y luego colarla y aplastándola con una cuchara sopera y de esta forma aprovechar cada gota. Luego, hay que depositarla en un envase y taparla con un corcho para que, al cabo de unos 3 o 4 días, fermente y esté lista.
- Ahora, si lo que se desea es una chicha sin residuo alguno, al segundo día de haberla envasado, puede pasarse por un cedazo y almacenarla en una botella retornable que es de mejor calidad.
- Si es que alguien la prefiere dulce, hay que ir agregándole azúcar según el gusto personal.
- ¡Salud!