Se acercan las Fiestas Patrias y la alegría se apodera de Chile. Como todos los años en los hogares y en las fondas, flamean las banderas al ritmo de una buena cueca, disfrutamos de un buen asado con la familia, o de una cazuela o de una empanada bien jugosa. Celebrar un 18 de septiembre sin al menos uno de estos suculentos manjares, no sería lo mismo.
En la época de la conquista española se introdujeron especies vacunas que crecieron y se adaptaron muy bien a los campos chilenos. Tanto fue el desarrollo del ganado que la producción daba para tener leche y carne en abundancia, por lo que se hizo muy popular celebrar con un gran asado. Y no sólo para las Fiestas Patrias se acostumbra a celebrar con asado, sino que también adoptamos la costumbre en cumpleaños, aniversarios, partidos de fútbol o reuniones con amigos.
Los asados dieciocheros se suelen acompañar por una rica y jugosa empanada. Este “manjar” es una preparación mundialmente utilizada, se caracteriza por tener distintos rellenos según el lugar donde se haga. Su origen se remonta a Medio Oriente donde, debido a las condiciones climáticas, se necesitaba un alimento fácil de transportar en el desierto. Con el tiempo la costumbre fue adoptada por todas las culturas, llegando a la española y así trasmitida a la nuestra. El que popularmente se haya concebido de pino, se explica en la abundancia de carne que había en esos tiempos en el país, producto de la alimentación criolla implantada en el país por los conquistadores: trigo, cerdos, pollos, bueyes, toros y vacas.
Entonces allí vamos: Choripanes, empanadas, de pino y de queso, anticuchos, mote con huesillos, pebre, sopaipillas y el licor tradicional, la Chicha y el vino. Banqueterias.com te anima a disfrutar de estas pequeñas vacaciones con mucho patriotismo.